Sophia

Bajo la fuente de los deseos,al lado del estanque de mis recuerdos,el hada fantaciosa se sentò peresozamente en las frìas piedras lisas del lago vecino.

con su cabello largo,perfecto,cubriendo sutilmente sus curvas,sus senos jòvenenes y una hoja gastada y amarillenta cubriendo su perfecta cintura miraba al infinito con ojos almendrados y brillantes.posiblemente con la esperanza cargando en su espalda.

Se levantò y caminò seductoramente hacia una salida llena de luz.coronada por un irregular pero perfecto arco de piedra,moviendo las caderas al ritmo del corazon de Dios,que extasiado,miraba esa perfecta creaciòn,deseoso de tocar por un segundo al divino àngel que caminaba por sus tierras.

Disfrutaba cada mañana de su piel blanca y sus labios virginales y rosados,como flor en primavera.Su piel tersa,suave y sus ojillos brillantes y traviesos,inocentes,que jamàs habìan probado las delicias de la seducciòn.

¿què no darìa èl por bajar a la tierra y besar esos labios?!
esos muslos perfectos y graciosos con los que el hada bailaba
entrelazar sus manos con esos dedos hàbiles y largos.

Ella serìa como una princesa?
Un encanto de tales dimenciones no podia existir por su propia mano.
a su lado,toda la creaciòn resultaba imperfecta.

Fue asì que el Dios Jòven,el Dios Ciego,conociò a su madre.

El hada tenìa nombre,dado por su creador y contraparte:Sofìa.

En su egoìsmo y deseo seductor,bajò un dìa a la tierra,bajo la apariencia de el màs bello Adonis.y caminando seguro fue directo a ella,que recièn salìa de su cueva de recuerdos,disfrutando la aurora.

y Ahì estaba ella,tendida en la hierba,con sus ojitos cerrados y las manos delicadas en el regazo.

Samael(el dios Ciego) bajo lentamente su cuerpo,y besò con lenta premura los labios del hada blanca,explorando su terreno.

Sus manos,grandes y fuertes,bajaron con delicadeza al talle de la dama,despertandola al fin de su corto letargo.

Sofìa,el hada hermosa,en silencio bajò la mirada,tratò de tapar su piel con su fina mano,pero Samael entrelazò sus dedos a los de ella,impidiendole moverse.
Sofìa lanzo un grito,al cielo azul que miraba las acciones del dios.
pero nadie bajò.
los arcones miraban
y los eones vigilaban
en silencio pleno


Las manos de Samael mantenìan atada a Sofìa.y su boca bajo,con amor desmedido,pero posesivo,por la piel desnuda del Hada Blanca,recorriendo con los labios sus jòvenes senos
besando su cuello y explorando con su lengua sus sentidos.

con una mano,Samael bajò a las cavidades puras de la hermosa Sofìa,y Sofìa dejo escapar, al sentirse invadida,un grito desesperado a la Pleroma.

las rosas lloraron al ser cama de tan cruel posesiòn
y los gorriones dejaron escapar tiernos canticos de pasiòn desmedida por la hermosa Sofìa
madre de Dios
Pareja de Dios
creadora del mundo
bella dualidad que completaba su pleroma


Samael,no se detenìa ni siquiera al ver las lagrimas de Sofìa....
sus ojitos brillantes,se convertìan en dos hermosas estrellas extinguiendose lentamente en el vacìo de la noche,

El Dios Joven besaba su vientre,mientras su masculinidad se depositaba lentamente al ritmo que sus besos subian por el cuerpo perfecto del hada.

Y Cumpliò su objetivo,la tomò
y movìa su cuerpo con el mero objetivo de intentar ser uno con la bella dualidad.

En el agònico vaivèn,Sofìa imploraba a los arkones ayuda
rogaba a la luz verdadera un poco de amor.
y la Luz estaba ahora lejana

sus lagrimas formaron el mar,pero su dolor daba pie a la tempestad que surcaba las corrientes y los cielos.

Su sangre,derramada por culpa de la crueldad corporal del Dios,se esparcìa como veneno dulce por el suelo,dejando dolor en las casas de las bestias que se ocultaban en la oscuridad,
llorando el dolor de Sofìa.

Estaba encadenada,y su vida,su preciosa vida,su sabidurìa se hallaban encadenadas al Dios Ciego.

-Sueltame!-Gritaba la dualidad,llorando,aterrada.Las cadenas de su alma se metìan cada vez mas,como raices perennes a la tierra...

se encadenaba màs y màs a la virilidad del Dios que,poseido por el egoìsmo,deseaba a cada momento màs del nectar dulce del Hada.


a Cada momento,que se figuraban decadas,Sofìa decaìa màs y màs,hasta que su cuerpo vivo,quedo tirado sin vida,tendido a la voluntad de Samael,que aferrandose a la lujuria desmedida abrazaba y besaba cada cm de prohibida perfecciòn

Rozo con la lengua sus muslos
y en vano trataba de revivir esos senos perfectos

hasta que mirò sus ojos perdidos
sus luceros apagados
su desilucion
estaba prisionera
en el ultimo mundo
lejos de su pareja,la luz brillante del infinito.


Inutilmente besò sus ojos,
inutilmente tomo sus manitas,indefensas y dèbiles entre las suyas
su cuerpo era carne y su alma era cadena.

Samael gritò a los 7 cielos
desesperandose a sì mismo por su error
llorando la perdida del hermoso àngel

y en su dolor la dejò tendida
en plena agonìa cerro sus cadenas
y el tiempo pasò


la creacion
la guerra
y ella en mil cuerpos tratò de escapar

su alma està sentada
su cuerpo recostado
frìo como la piedra
llorando y esperando
a la Luz eterna del blanco despertar
que lleven su alma a su hogar












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esperando obtener la gnosis ke Samael le robò en su acto impuro