Sueños de amor y guerra

Daría su vida por él,por las personas que amaba y de eso no habría duda nunca.

¿Qué importaba si a cambio de su libertad, ella daba la suya a cambio,como una simple transacción comercial?

¿Cómo habían terminado de ese modo?y ella no entendía de ninguna forma,cómo había sido el blanco de atracción de alguien de tal calaña y posición. No lo deseaba. Esas ropas formales,ese maquillaje que acentuaba sus facciones, todo perfecto, no se pierdan detalle de esta joya adquirida a cambio de unas cuantas vidas inocentes,rebeldes que sin embargo, no tienen la fuerza para deshacerse de las fuerzas que dominen la región.

¿Cómo pudo ser tan estúpida y pensar que las cosas saldrían bien?

..........Ahora, a poco menos de un día, su vida se vería unida como en pesadillas, a la de un ser abominable,que no deseaba.¿Qué pensaría él de ella? Seguramente la odiaría...y ese odio no expreso,la destrozaba lentamente.

Salió corriendo de aquella extraña fortaleza,brincando con esfuerzo las bardas asimétricas de cuarzo,aprovecharía su último día de libertad,su esperanza.

Al llegar al límite, acomodó su espada-Una hermosa arma de perfecta manufactura,sencilla y afilada,con pomo redondo con extrañas inscripciones en él- y cubrió su rostro con una capa.

Así,cuidandose de ser `perseguida se adentró en el peligroso bajo mundo del cual se había alejado involuntariamente, con la esperanza de verlo una vez más.

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Entonces llegó a la oscura taberna rebelde: un espacio amplio,de piso de piedra rudimentario, con pocos o nulos adornos y un olor a licor y tabaco inundaba el espacio. Las mesas mugrientas se llenaban de hombres de todas las edades,armados y con austeras expresiones.La mujer entró siendo ignorada olímpicamente. Ella intuía su presencia,sabía que estaría ahí.

Dios proteja sus santas intenciones! dios le de oídos a su amante de creer la única verdad.

Sí,allí estaba él, en el rincón más solitario: Un mundo con propia contelación. Su vestimenta negra,distaba mucho de las de los demás guerreros: Un jubón de cuero adornado con remaches y botas altas; Su cabello largo no dejaba ver su rostro, tan perfecto y varonil, ni esos ojos tristes pero llenos de un peculiar valor. ella casi podía ver su enojo.la espada larga custodiaba su cinto,protegida por su funda de humilde manufactura pero de gran personalidad.

en la barra,junto a algunos vasos de licor y un almuerzo sin tocar, había una larga daga,lista para degollar a cualquiera que intentáse adentrarse en los confínes de ese universo tan privado,que sólo ella había tenido la fortunda de entrar y compartir sus secretos.

Ella,distaba tanto de la mujer que siempre le había acompañado. dos semanas de cautiverio la habían aprisionado en ese vestido de rojo terciopelo que acentuaba sus pechos,pequeños pero redondos y sus caderas,sensualmente disimuladas bajo la tenue caída de la cara tela.sus manos se mantenían cerrndo la capa mientras aún lo miraba.

Como si de una silente comunión se tratara,el se levantó de su banco y la miró al fin,con el esperado desprecio y el odio en cada rasgo de su cara: El primer golpe de los muchos por venir,seguramente.

Todos al fin le prestaban atención.los cuchicheos no se hicieron esperar.

-¿qué haces tú aquí?-preguntaron todos,entre groserías y descalificaciones

Armandose del poco valor que le quedaba,bajó su capucha y los miró a todos,al fin despues de unos segundos,el silencio se hizo presente.

-Sé que todos aquí me odian, que piensan que soy una vil traidora,una verguenza. y lo admito,lo soy. Más no es lo que todos ustedes piensan:Ellos sabían nuestros planes,estábamos acabados y el día que me hizo desaparecer, todos ustedes estaban por ser cazados,sin escape. ¡era una trampa! Antes de que digan nada-añadió mirando la inquietud en sus rostros-Yo los amo a todos por igual; Son mis hermanos y por ustedes he vendido lo único que quedaba de mi: Mi libertad. Con esto, he ganado tiempo.No para mi,sino para ustedes,Luchen por sus ideales,detengan esta prisión de horrores...y al final,matenme,porque sé que no me creen.he cumplido mi misión en esta vida...-Miró al hombre del jubón negro y en baja voz,mirándolo a los ojos con lágrimas en los suyos,le habló con suavidad- Te amo. nunca he dejado de hacerlo ni lo haré. si las cosas fueran diferentes...si tan sólo cambiaran.. entonces yo

-Me traicionaste-Interrumpió con fría voz-no quiero saber de ti jamás.No te creo nada.-Acto seguido,avanzó hacia ella casi con furia tomándola de la mano,llevándosela del lugar mientras la duda de si ella decía la verdad quizá fuera cierta.

Avanzaron así largo trecho hasta salir del pobre pueblo que había nacido de las ruinas de la poderosa ciudad llena en otros tiempos de gran tecnología y ahora parecía cosa de leyenda; él avanzaba casi con furía,arrastrandola mientras ella,con terror lo seguía,pero también llena de una oscura felicidad.

LLegaron a la rivera de un riachuelo,en los linderos del bosque. Allí se apreciaba el pequeño poblado, el único que quedaba en libertad y la Gran Fortaleza de blanco cuarzo, que se alzaba poderosa entre las montañas. El bosque se hacía más y más espeso conforme se acercaban a la rivera.el río sonaba monótono y tranquilo,los animalillos habitantes de esa vegetación parecían ausentes e inexistentes.

por fin se detuvieron y la soltó agresivamente,avanzó y miró la perspectiva del bajo mundo en el cual se hallaban. no quería mirarla.

EL dolor y la tristeza se anidaban en su pecho,¿dónde irían sus planes? tantas y tantas cosas tan hermosas y ahora ella se destinaba a alguien más.¿esto era odio?

-¿sabes? Sé que no me crees,pero te amo.-dijo ella con recato mientras se llevaba la mano al cuello,donde pendía un delicado anillo de oro de una cadena del mismo material,casi ocultos entre el surco de sus senos.

-¿Qué tiene él queno tenga yo?-preguntó él aun sin siquiera mirarla-Dimelo.

-¿Él? Nada! lo odio como tú y me siento a morir.

-¿y no pudiste dejarnos la cosa a nosotros? Convenientemente te largaste con él!!!-gritó él sin poder ocultar esa furia que anidaba en su pecho.

-¡Nos tenía! no iba a sacrificar tu vida!-contestó con furia la jóven mujer,con lágrimas en los ojos-Haría todo esto mil veces con tal de ver tu vida a salvo!

El hombre se acercó a ella con furia,apresándola entre sus brazos mientras la sacudía con intensidad

-¡nunca me amaste!¿QUÉ TE DIÓ ÉL QUE YO NO PUDIERA!¿?-el Silencio se hizo presa del mismo silencio y ambos se miraron,el uno con furia,la otra con dolor y miedo.

..La besó.preso de ese ciego instinto,apresándola con un fuerte brazo,. mientras con una inesperada desesperación la otra mano tanteaba su cuello y sus pechos por encima del vestido,masajéandolos sin pedir permiso,y con destreza callaba sus quejas con besos,mordiendo sus labios.

Bajó la mano a su trasero y la despojó de su pesada capa,tirándola al piso con él encima de ella,agresivo,lleno de ira mientras su sexo lentamente pugnaba por salir y embestirla contra el piso,mostrándole su amor y su desesperación

"No puedes irte,¡No puedes!"

la joven protestaba mientras él metía la mano bajo su larga falda,tanteando con poca ligereza esa intimidad de mujer que,a pesar de no entenderlo, sólo había sido recibida por él en miles de ocasiones.Una intimidad que reaccionó al instante de su mano,conocida amiga y lentamente los inundó de tremendo y agitado deseo.Arrancó su lencería y la lanzó lejos mientras acariciaba con agresividad la tierna vagina de su mujer.sus manos querían confirmarlo: Seguía siendo sólo suya.

Se levantó y la miró,tendida e indefensa en el pasto,mirándolo con desconcierto.

Y bajó la guardia. se despojó del cinto de la espada y de la daga. luego,la besó con una ternura inusitada.y fue correspondido,mientras las manos de ella,acariciaban su rostro,su piel,y lo despojaban de su jubón y él se levantaba, mirando su estado y deseándolo cada vez más,demostrándolo su sexo, cada vez más ardiente y erecto.

bajó la cinturilla de la mujer y luego se lanzó a explorar sus pechos,desanudando los cordeles del vestido y analizando esa perfección de virgen que sólo él podía entender.

Los besó y chupó,casi sediento,mordiendo sus pezones mientras ella se retorcía del placer y del suave dolor que esto le provocaba y se lanzaron las manos de la dama a su pene, acariciándolo por encima del pantalón y luego subían por su espalda,por su cabello,y rodeaban a su pecho,a su abdomen,trazando círculos cerca de sus pectorales-

No pudo resistirlo más,la penetró con lentitud y amor,con regocijo: Eran nuevamente los dos amantes eternos de siempre.una vez.y otra más. Ahora un beso,era el cielo este pecado tan común.Pero algo nuevamente pareció romperse y la furia volvía a él. abriendo sus piernas con poca delicadeza,levantó nuevamente su falda y la penetró ahora con fuerza,con salvajismo mientras ella gritaba,de placer y dolor,de amargura y felicidad mientras derramaba contradictorias lágrimas.quiso abrazarlo,más el optó por girarla, poniéndola a cuatro patas y haciendo lo propio, sometiéndola,mirando su cuerpo y reacciones.

-¡¿Acaso el te hace gemir como yo lo hago?!-Le preguntó él,entre jadeos y suspiros de su compañera,que sólo dejaba escapar suspiros de placer y lascivia.

Y luego cambió,con lagrimas en los ojos le hizo el amor,con delicadeza,besándola y con caricias diciéndole "te amo"...

Al fin,la tomó por la cintura y se sentó con ella,sin dejar que los sexos se separasen y en un abrazo se besaron,llegando al clímax de su relación,de esa curiosa intimidad que nadie más que ellos,los enamorados conocerían.Ella lo sintió,como nunca antes,esa lluvia de fluidos dentro de sí,dejándola marcada y sin energía.se besaron largamente mientras el sol de sangre derramaba su esplendor sobre ellos.Y entonces,él recordó y la soltó,saliendo de ella y vistiéndose sin cortesía alguna.La miró nuevamente con despreció y reconoció su arma.bajó y la arrebató de su cinto.

-Serás reina.que te proteja tu rey. Yo la he forjado,y no merece una dueña como tú-le espetó y dicho lo anterior,se fue dejándola semidesnuda,con las piernas húmedas y,sin saberlo,una vida en su interior,llena de inocencia sin conocimiento del dolor que durante los siguientes meses,absorberían a quien ahora lo portaba en su vientre.

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Al día siguiente,ella caminaba con gran dignidad en el porte y terrible dolor en la mirada,hacia un altar de dioses que despreciaba,mientras el novio esperaba. el velo ocultaba por fortuna sus lágrimas,que más tarde todos pensarían ser de felicidad y no del dolor que la envolvía.

En las pantallas de la fortaleza y pueblos aledaños,se transmitía el acontecimiento.
los rebeldes miraban con asombro y dolor,como su miembro femenino unía su vida con un enemigo.En el fondo comprendían que ella decía la verdad.Sólo querían su libertad y esto lo tomarían como base para llegar a la guerra.

Pero el valiente guerrero,su hombre a seguir seguía en su rincón,bebiendo mientras contemplaba una delicada espada con raros símbolos en el pomo.

---Si alguien se opusiera a esta unión.....-

pero nadie se opuso y la última esperanza de la mujer se convirtió en polvo mientras el viejo sacerdote continuaba su alegar y más llanto brotó de ella.puro como manantial y venenoso para sus labios...la vejación a la que sería sometida más tarde,sólo servía para proteger a la vida sin conocimiento alguno de su existencia..Y ella lo había sabido desde el primer momento: Debía matar al rey para darle libertad a su pueblo,y recuperar al padre de ese niño...

De algo estaba segura,tarde o temprano él lo sabría. Y debía hallar el modo de hacerle entender que sólo le pertenecía a él.que con lucha y sangre,la familia que hacía tanto esperaban podría ser real.

...Si tan sólo él creyera..........