domingo, 26 de agosto de 2012

Recuerdos que llevan a la determinación

De todos los recuerdos que mantienen una especie de vida en muerte dentro de mi muerte, tengo algunos muy vívidos, que de algún modo marcaron en gran medida mi vida y mis pasos, y todo lo que de mí sería. Tal vez ni siquiera me di cuenta de ello, hasta hace poco.

Cuando era muy pequeña, recuerdo que a mi kinder garden fue una escolta que seguía órdenes en Alemán. Al principio me causó mucha gracia aquel idioma desconocido...Digo..¿Quién no si parece que lo que escucha es "EH! KETCHUP!" Y a diferencia de muchos otros niños que ahora son todos unos adultos, se grabó por siempre en mi mente(Como muchos otros momentos llenos de un gozo excepcional y sumamente infantil.)
Tiempo después entré a la escuela primaria, un edificio viejo y que me causó un gran pavor. Ahí hay otro recuerdo: El primer cuaderno sobre el que puse un lápiz y aprendí a viajar, a escribir y dibujar.
Su portada era azul pastel y tenía una bonita ilustración de un gran elefante gris con una "alfombra" en la espalda.Se veía feliz.
El segundo recuerdo (Independientemente del terror que experimenté los primeros días en la escuela,el llanto y el horror de la mítica profesora Laura, un ogro que corrían los rumores, una semana después arrancaría la oreja de un niño de mi curso, ha marcado más mi vida que muchos otros.
 La escolta de los niños del último año. Allí iban, con su uniforme impecable siguiendo una cadencia que yo jamás había visto nunca, con sus caritas frescas y altivas y ese porte que admiré inmediatamente. "Quiero ser como ellos.Quiero estar allí!" Fue mi pensar y mi obsesiòn de los siguientes cinco años.Mi vida cambió significativamente porque luché por lograr estar allí y cargar la bandera que, en mi opinión, era la más hermosa de todo el mundo. (Y aún lo pienso)
Creo que es en ese momento de mi infancia en el que mi alma aprendió que cuando deseamos con gran fuerza algo, cuando se convierte en un objetivo que parece que nos robará la vida si no lo logramos, pasa a ser una motivación, un motor. caminamos directo a ello sin importar más nada...Y así fue, pasó mi infancia sin muchos altibajos, más que peleas entre mis abuelos, un desarrollo por lo antisocial y una vida sin amigos que me convirtió en un ser un tanto temeroso y romántico pero también exageradamente agresivo, siempre a la defensiva. Hasta que llegó ese gran momento en que el profesor me eligió a mi por sobre Karen para ser la abanderada del sexto curso.
¡Qué dicha! jamás nadie podría sentir el éxtasis que recorría mi cuerpo y mis sentimientos, ni que decir de los ensayos extenuantes que se llevaron casi todo mi quinto año para esas rutinas de escolta.
Firmes¡YA! Paso redoblado..¡YA! Todas esas ordenes cubrían mi cabeza y sin embargo, sólo algo ocupaba mi mente: El día más soñado de mi vida.
Así pues compraron las madres nuestros uniformes y creo aún ver esos zapatitos charoleados con un pequeño tacón que, a pesar de todo, no me hicieron muy alta y seguía siendo yo esa pulguita diminuta. Ni qué decir que no volví a usar tacones, y que aún ahora, son incómodos y fastidiosos.

Cargar esa bandera, que sentía yo se me caería. Era una mañana muy fría y la bandera ondeaba en mis manos.Que delicia hacerle a mi patria el juramento de lealtad..¡Sublime!

Sí..Ese es uno de los mejores días de mi vida.
Poco tiempo después mi hermana menor nació, y al entrar a secundaria, experimenté esa extraña muerte que todos hemos de sufrir, una desilusión que nos acompaña a todo momento, ese en el que todo niño quiere crecer pero nosotros queremos seguir siendo niños, jugar y gritar, incluso jugar en las piscinas de pelotas..No volví a experimentar un sueño de nuevo y mi rumbo quedó a merced de mi madre que entraba a mi subconsciente, llenándolo de miedos y de expectativas que ahora considero vacías llenas de un materialismo que puedo afirmar incluso que es necesario,pero vomitivo. Una vida de novela para gente que, en definitiva,no está en uno de esos libretos baratos.

Quería ser tantas cosas..Escritora,enfermera,doctora,militar, dibujante,animadora y un sinfín de variantes que ahora ya me cuesta recordar. Y tenía una pasión increíble por la historia, por esos cuentos que contaba mi abuelo y esas anécdotas tan ricas de sabiduría y clamor popular, de un cierto repudio por esos héroes nacionales que desde mi corta edad yo sabía y entendía como seres humanos imperfectos, que no eran héroes y cuyos ideales eran más oscuros de los que la misma sociedad podría un día aceptar.

Llegué a la preparatoria y conocí mucha gente que aún ahora sigue llevando un compás en el que a veces bailo y me muevo, pero que se alejan con lentitud. Y con esa etapa, una constante sensación de no saber a donde ir, de que estaba perdida y sin salida.Tampoco hay mucho que contar salvo que aprendí que las ilusiones a veces nos rompen el corazón y que las malas compañías nos dejan muy mal parados.

Llega ese momento, de la nada, en que debes elegir a qué te dedicarás el resto de mi vida. Y yo que jamás lo había pensado,no tenía ni idea de qué elegir.
Sólo las clases de Historia y arte me llamaban la atención y con un talento para el dibujo creí que quería ser ilustradora. Seguí pues el formulario de otra persona y metí diseño gráfico. Aunque por segunda opción quise historia, (pues en el fondo siempre lo quise y siempre hubo negativas familiares) tuve que meter arquitectura.
y ¡Oh, sorpresa! Terminé allí. Odiándolo y enojada con la vida y con la institución que me daba cobijo,aunque nada tenía que ver. Y en vista de no tener dinero para una universidad privada continué allí, pasando momentos buenos y malos y aprendiendo algunas cosas.
Pero por razones de la vida, uno descubre que cuando no nos apasiona algo, por más buenos que seamos, simplemente no nos sentiremos llenos. Y peor aún cuando por motivos del destino, llegamos a lugares que  nos abren la mente y nos recuerdan lo que de verdad nos apasiona.
Y eso pasó conmigo.
Así pues un día, hace no mucho, Decidí que quería cambiar de ambiente,en una escuela que Yo decidiera en un ambiente que de verdad me gustara (pues no fui muy sociable ni agradable dado el contexto..) desvelándome en algo que de verdad sintiera en el fondo de mi alma.
Quiero dedicar mi vida a la investigación, a la historia. A la enseñanza continua del mundo y así ayudar a la Patria que tanto me ha dado y a la cual tanto he amado desde mi más tierna infancia, con sus dioses y sus conquistas y tantos errores y dolores que no han dejado de herirla y en la actualidad se acentúan con muertes,manifestaciones, mentiras, desigualdad y mucha ignorancia.

Cuando tomé esa determinación, sentí de nueva cuenta esa extraña motivación como la de aquél día en que quise ser abanderada. Y es esa voluntad la que de pronto comenzó a guiarme a mi camino...Como engranes en un gran reloj, han pasado miles de cosas que me colocan en mi senda.

Me di cuenta de la existencia de un Dios que pocos conocen, de esa gnosis que pocos alcanzan y que yo pude finalmente vislumbrar.Me di cuenta de la belleza de este mundo y de que soy como un árbol,como una hoja, como un ser viviente que morirá cuando su destino halla terminado.

Y supe que tendría mil obstáculos que superar, desde los más sencillos como yo misma, hasta unos enormes denominados dinero, familia, madre.
 Pero también supe que tenía a mucha gente maravillosa que no me dejaría caer jamás..Mi prometido, mis amigos, nuevos conocidos que serían amigos al poco tiempo y muchas canciones a la diosa y a mi alma, a mi dios y a mi espíritu.

Así pues, pasaron miles de cosas.

Curioso es que también pienso que de poder regresar en el tiempo, pasarían 3 cosas: Me tomaría más fotos con mi abuelo, y le diría lo mucho que lo amé. ( y de esto ya no hay tanto por decir, si crees en fantasmas quizá me creas que hace poco platiqué con él y sentí su afecto nuevamente)
 En segundo lugar, tomaría las riendas de mi vida tiempo antes y me dejaría llevar por lo que dictara mi corazón,no mi familia ni la perspectiva de morir pobre ni de los miedos que pudieran clavarme en el pecho.Escogería historia y no habría dejado mi futuro a un destino que no existe.
Eso me habría ahorrado muchas lágrimas y discusiones familiares que por ahora rodean mi entorno y peor aún, mentiras que abarrotan mi espalda y que tuve que poner allí, para tratar de liberarme y escalar por encima de todo lo anterior.
Y en tercera, regresaría a aquellos días,en que sentí la determinación y convicción que hasta después de muchísimos años volvería a sentir, tan fuerte como en ese momento.

Esa es, a grandes rasgos, mi vida.
Si te sirve algo, tómalo.
¿Cómo?
Bueno,es simple: Si tienes hijos, no les metas ideas en la cabeza, pues aunque entiendo que quieras ahorrarles tropezones y caídas, como individuos debemos caer y vivir nuestra propia vida,nuestra dicha y nuestra infelicidad. No te proyectes en tus hijos.

Si eres joven y crees que elegirás rápido, piensatela dos veces, mírate en mi espejo y aprenderás que las malas decisiones provocan amargos tragos y desdichados ratos. Ahórrate lo que te causará tanta pena y piensa, ¿Qué quieres de tu vida?¿A dónde te mueve tu esperanza?

Sí..esto es muy diferente de lo que siempre había escrito, pero es parte de lo que he crecido..
y probablemente sepan más..pues tengo planes y seguro lloraré por dejar atrás muchas cosas, pero es normal, todo en pos de un futuro mejor y de ciclos que debo cerrar pronto..
Hasta  la vista!

haz las pases con el pasado, Vive tu presente y no te líes con el futuro..