lunes, 2 de abril de 2018

De las ausencias, las permanencias y las novedades

Hace mucho tiempo cree este blog sin más intención que dejar un poquito de mi día a día, mis emociones que necesitaban liberarse porque, de entre tantos cambios y golpes, mi mente adolescente quería estallar de rabia.

Luego, lo dejé en 2014 sin saber muy bien por qué. Hoy que he vuelto, descubro que mi última entrada habla, con bastante dolor, de mi abuela, de mi abuelo; la anterior a esta ronda la cuestión que, hasta la fecha, me sigue persiguiendo: la relación con mi madre.

Tengo 26 años y vivo dentro de una relación que se consideraría tóxica. Muchos me lo han dicho y yo he tardado años en aceptarlo y aceptar que, más que vivir en una burbuja de comodidad,  vivo dentro del miedo. Sí, acepto que vivo con miedo.

La dependencia es un estado mental, patológico, en el que uno necesita de algo o alguien para sentirse bien. Al menos esa es una definición bastante superficial, pues sabemos que, en ocasiones, esa sensación de bienestar resulta muy, muy dañina.  Llegué a vivir con mi madre cuando tenía 12 años, es decir, cuando parte de mi crianza estaba de alguna forma concluida y estaba entrando en la adolescencia. 
No es fácil, para ninguna de las partes, adaptarte a un cambio fuerte cuando estás al medio de un proceso gradual aún más fuerte. Los primeros años de vida sirven para que el individuo se haga de una personalidad, aprenda valores y cosas que le permitan sobrellevar su propia existencia de un modo armónico con la sociedad. Es la famosa etapa de formación y tengo que admitir que esa no la tuve fácil, pero no reniego de ello: creo que el aprender sólos es una valiosa fuente de fortalezas y permite que el criterio se forme con firmeza.

O quizá sólo me autoengaño.

La cosa es que una adolescente con traumas y enojada con la vida llegó a manos de una madre que vivió prácticamente su soltería hasta entrada mi adolescencia, ahora estaba embarazada y creo que es bastante claro que no tenía ni la más mínima idea de cómo lidiar conmigo, quizá ni el interés, porque llegué de súbito.

En fin, que siempre ha sido una historia de conflicto constante, depresiones,  cortes en las muñecas e ira reprimida aderezada con una inseguridad tremenda.  He vivido los últimos quince años tratando de complacer en todo...vaya, que hasta me hice de una carrera que nunca ejercí y no busqué el título, dejando que mi número de cuenta UNAM quedara ahí, a la deriva.

Luego emprendí el camino caótico de la Historia. Y como soy una persona obsesiva, que al final descubrió que podía hacerse de cosas propias, terminé siendo historiadora. Amando mi carrera y aceptando que, en efecto, en esto se lee mucho y se gana poco. Estoy a meses de titularme (aplausos) con un tema que a nadie le importa y nadie leerá. (más aplausos).  Tengo planes: que si otra carrera, que si una maestría, que si una estadía en el extranjero... ¿quién sabe? Y por ahora, vivo mi vida de pasante como profesora de secundaria.

Sí, yo, la infantil, la traumada, la insegura, dando clases.

Me gusta mi empleo. Me siento orgullosa pese a que no me imaginé jamás en esto. Me siento satisfecha por primera vez en mi jodida vida.

Pero ¿qué hay de las permanencias? Bien, sigo sin mudarme. Ha habido varios connatos de rebelión en los que valientemente me alisto y pongo un pie en la calle y, entonces, como si nada pasara, vuelvo a la casa materna. No es comodidad. Es una especie de lazo que asfixia bajo el lema "si te vas, me muero" y se vuelve un ciclo vicioso y oscuro del cual es bastante penoso salir.  En este techo se vive bajo el lema de "somos libres" pero tras el discurso, la opresión, la toxicidad y las recriminaciones van a la orden del día. Es incómodo y cuando busco salir no encuentro la forma:  siempre hay una amenaza, una mina a mi autoestima, un "no vas a poder" y hasta ahora, mi favorita: "el trabajo de esta niña es inútil" y sí, mi propia familia considera que soy una perdedora, pese a que aman en público decir lo contrario. (Las fotos de mi graduación son oro público, porque, ¿quién no recuerda que me dejaron de hablar casi un semestre por cambiar mi carrera?)


Tengo que admitir que, en verdad, a veces me creo lo que escucho decir. Me pregunto si en verdad he sido tan mala hija, mala compañera, mala amante, mala estudiante, mala...en todo.  Me llevo semanas tratando de discernir entre el conocimiento que tengo sobre mi persona y el que otros dicen tener de mí y aunque nadie va a conocer a uno mejor que...UNO MISMO, son semanas en las que me la paso penando. En esta casa el silencio me consume porque prefieren callarse todos y solo discutir a puerta cerrada, comparando cuál de los hijos es mejor, peleando porque mi hermanastro es un lastre y yo quedo embarrada porque es mejor culpar a dos que decir directamente "él es quien causa esto".

¿Y qué mierdas hago aquí, si tengo empleo, una relación sólida, planes de vida...? Eso. Tengo miedo. No sé a qué. Me siento desapegada de la familia y sin embargo, el miedo a la aprobación materna sigue ahí quemándome los intestinos. ¿Ahora entiendes cuando hablo de una relación tóxica? Es el amor odio. Es el odio amor. Es la recriminación, el miedo a fracasar, el miedo a no poderme levantar.
Tengo tantas cosas que quisiera decir.

"me voy a Italia, porque soy una buena deportista, porque me lo han reconocido, porque voy a competir" para recibir a cambio un "buena para nada, eso es mentira, eso jamás pasará" y qué pasará si me lo creo?

Sí, este texto es caótico, como caótica mi mente, como caótico tengo el corazón.

Quizá es cierto: Soy patética.







viernes, 24 de octubre de 2014

Empezar de nuevo...

Me ha llevado tiempo entender..que no entiendo nada.

El tiempo trae cientos de acontecimientos en su recorrer. Cientos de cosas y confusiones. Pero también se lleva las lágrimas, los rencores e incluso muchos recuerdos. Pero algunos permanecen como lápidas de cementerio. Marcados los años, marcados los errores, los recuerdos que se entierran y a veces salen a la luz al escuchar alguna palabra. 

Los golpes de mi abuela, sus insultos. La cama revuelta y la doble moral. Ocultar sus infidelidades. Crear un sistema propio del bien y el mal y un profundo rencor con dios, por sentirme sola.
Las mentiras; los traumas. Las semanas sin un sólo recuerdo, las palabras de mi abuelo, sus abrazos. Sus ausencias..

La casa sola, porque ella siempre se iba con su amante. de la mañana hasta muy tarde. Y ni qué decir de las malditas comidas frías, o rancias. Y a pesar de ello, aprendí a decirle "mamá". Oye, abuela,¿te acuerdas cuando hiciste que abandonaran a mis únicos compañeros?
¿Alguna vez te acordaste de mi, estando ebria? Tal vez jamás pensaste en que veinte y tantos años después iba a seguir recordando tus idioteces o los golpes que te ganaste, las humillaciones callejeras.

Aún recuerdo tenerle miedo al silencio, necesitar escuchar voces y entonces prender la televisión, sólo para escuchar algo y no sentir miedo. Y las pilas de libros para entretenerme.

Es curioso como muchos años después, recuerdo tus amenazas al irme de casa. Llegaron de forma espontánea, como todos tus recuerdos. Como el día, que ahora veo lejano, como en tercera persona, una mocosa se quiso suicidar, para no sentir jamás.

O tener presente siempre la muerte del abuelo. el día nublado, la ausencia, el vacío. Su cuerpo delgado, casi en los huesos. La boca reseca y suplicandome por un poco de agua. (¿Porqué no le di agua..?) Ni qué decir del funeral. Y tú, ahí, riendo, sintiéndote el alma de la fiesta, cuando no había nada qué festejar.

Supongo que por encerrarme en tu casa, por no dejarme hablar con otros niños, no aprendí a convivir y gracias, ahora aún me cuesta trabajo. Soy insegura, tengo miedo. ¡Tengo tanto miedo...!¿Cómo vives sabiendo que la gente me rechazaba, por ser tu nieta, por tu maldita moral, por tu cuerpo impuro?

Silencio. 12 años de puro silencio. Otros tantos de culpas, de preguntas sin respuesta. ¿Cómo entonces te atreves a decirme, a pedirme que te visite en tu soledad? 

¿Te acuerdas cuando me llamaste mentirosa frente al abuelo? Yo sí. Y también me acuerdo de tus ojos llenos de odio.

Rayos. De verdad que no comprendo nada.

Hoy leí los montontes de cartas que escribí. Los dibujos y encontré que no había esperanza.
También he recordado a las personas que he querido y deseado que me quisieran; 7 años no son en vano, por esperar al maldito soldado. Curioso es que no quiero ver uno más, ya no lo quiero ver jamás.

Me arrepiento de no haberme querido un poco más. De aguantar los golpes de un hombre, de sentirme inferior sólo por "parecer niño".

Hoy me arrepiento de no haber dicho nada jamás ni de haber tenido el valor suficiente en tantas ocasiones, como cuando al entrar a una carrera, él dijo "no va a poder" y creo que tuvo razón. No puedo,pero no por indesición. Porque tarde mucho en encontrar algo apasionante, algo que me hiciera feliz.

Hoy al menos puedo agradecer encontrar a alguien que me ame y me hiciera crecer. Abuelo: Él me protege y no me he sentido sola desde entonces, aunque a veces lo extraño mucho, aunque a veces mi inseguridad y mis complejos me hagan pensar que ya no me ama.

Abuelo: si estuvieras aquí, hay tantas cosas que quisiera contarte, tanto por mostrarte, por pedirte perdón...
pero supongo que algún día nos hemos de volver a ver.

Quiero seguir adelante. Poco a poco he aprendido a decir adiós.
Poco a poco he aprendido que los más oscuros secretos tarde o temprano saldrán a la luz, por más vergüenza y asco que me produzca ese pasado en común que tenemos. Porque en ello reside mi infancia. Porque ahí está todo lo que fui y lo que trato de no ser más..........

domingo, 7 de abril de 2013

Buscando..


Y entonces te busco en el recuerdo,
en la infinidad del presente,
en lo absurdo del "te quiero."
Busco tus labios, tus recuerdos ausentes,
beso tus manos y tu presente inexistente.

Luego trato de encontrarte en alguna parte,
en el silencio del bosque,
en la espesura del cielo,
en las nubes y a la par de la Luna.
Busco los te quiero, los te amo,
las promesas de un futuro lleno,
los momentos vagos de un deseo incomprendido.
En las estrellas, en el manto oscuro de la noche

Y entonces, te odio.
Odio tu recuerdo, tus besos nunca dados,
el ardor en los labios,
la cama vacía que no se deja de llenar de anhelos
húmedos y sin vida de desesperado llanto congelado..


miércoles, 3 de abril de 2013

Gracias

Dime lo que quieras: Trata de derrotarme, Llévame a la locura,intenta tocar mis límites. Esto es una guerra sin trincheras ni declaraciones más que el ignorar a tu propia descendencia. ¡Bien hecho! Porque aunque me hagas sufrir, aunque me subestimes, tienes que saber algo muy importante: Te agradezco los desprecios, las malas caras, las groserías  Porque me hacen ser el ser despreciable que piensas que soy: Alguien que se ha planteado metas, que ha planeado su vida y ha conocido la madurez a temprana edad. Porque he entendido que mi vida no se guía por tus traumas ni tus pataletas; Soy un organismo vivo y con consciencia de sí, que se ha decidido a ser feliz y a no volver a tener miedo nunca más. 

Quiero estudiar, quiero vivir mi vida de acuerdo a mis propios estándares. Yo no creo en lo que tú dices, que no puedo confiar en la gente. No lo creo. Pienso que haz intentado hacerme un bien, aunque en el camino me haz hecho un gran mal. Y no lo entiendes, piensas que ignorándolo e ignorándome vas a lograr someterme, atarme nuevamente. Me has dicho inútil y sé que tal vez lo sea.

Me has dicho estúpida, y sí, tal vez lo sea. Y no te culpo del hecho de que, a tu tal vez retorcida manera, quieras protegerme de los golpes de la vida. Pero entiende algo: Sólo serán mis caídas. Debes enseñar a tus hijos a saber levantarse,no a evitar sus heridas. Porque los humanos aprenden a rasguños y raspones.

En serio, tomo esto con filosofía. He aprendido a escuchar y a discernir. Y ya una vez caí en tus juegos manipuladores, ya una vez caí, hice lo que tú quisiste, creí en tí y eres tú quien me ha fallado.
Y peor aún, ahora dices que soy una enorme decepción. ¿porqué? Si yo lo único que intenté fue no fallarte, fue entenderte y seguir a tu lado. Lo único que intenté fue buscar alternativas que me hicieran feliz,Sentirme completa, llenar todos los vacíos que he sentido en el alma. Y esa fue tu molestia.

Sí por esto soy un mal ejemplo y me convierto en una mala hija, lo siento. pero tomé mi decisión y acepto las consecuencias de una ruptura en una mal cosida y disfuncional relación. Sólo quería que confiaras un poco en mí, en mis acciones y yo no he fallado,pero tú piensas que soy mala persona digna de un exorcismo  una plaga. Yo no pienso culparte por nada. Y no soporto tus cosas del "te he criado con dolor. te amo con dolor". ¡Ya basta! 

No cederé.No me daré por vencida. Y estoy intentando no mover todo a un abismo de silencios como tú, no quiero simplemente irme como fugitivo. Pero me mueves. Y sin embargo te doy las gracias: Por desconfiar de mi y hacerme entender a la mala que mi vida es mía y debo seguir mis intenciones y metas. gracias por mofarte,por gritarme,por  hacerme entender lo mal individuo que soy y por culparme de tu ficticia muerte. Gracias por hacerme fuerte.

jueves, 28 de marzo de 2013

Sin palabras


Mi vida se rodea de silencios fingidos,

de espacios rotos, de miradas desconocidas..
Mis ojos ya no miran más, 
se han cansado de los lastimeros rostros ajenos.
Mis dedos ya no sienten, mis sentidos ya no escuchan,
ni sonidos distantes,ni besos inconscientes,
es vivir en un letardo completo,complejo.
Ni canciones tristes,ni recuerdos,
todo es un vago cadáver, una imagen descompuesta.
Puedo sentir el olor a humedad, a miseria,
a dolor y ya no hay sentimentalismos baratos.
Trazamos fronteras de colores, dolores de sabores caseros,
fingimos sonrisas tras un apartado de mentiras y espantos.
¿Quién soy? Tú crees que yo lo sé, y yo me engaño sabiéndolo.
Nunca se llega a la patria, y tu te sientes tan extranjero..
Tantas telarañas, tanta madera vieja, como un ataúd encerrando
mis muertes, mis vidas, mis lágrimas con sabor a múltiples orgasmos..
Y estos labios que tanto besan, escuecen, me duelen;
Ya no quiero pronunciar su nombre, no quiero causar más muerte,
ya no quiero ser el inmenso vacío de tu vida, ni tampoco el más simple orgullo.
Me cansé. Estoy cansada, harta, simplemente no concibo así la vida,
entre miles de caminantes vacíos, con almas áridas y palabras endebles.
He decidido caminar, no importa qué tan lejos, no importa con quién;
He decidido lanzarme al vacío, y si he de volar será lejos
Y si he de caer, será lento..
Las luces difusas,las nubes de tormenta, todo es mi yo interno, 
y también es parte del todo eterno..
¿Quién soy? Palabras bonitas, palabras altisonantes;
plenitud y miseria..
Nunca se llega a la patria, y tú, que te sientes tan extranjero...

Tú..Yo.





Tú y yo hemos nacido para amarnos,
para destrozarnos el ego con la mirada,
para sentirnos de lejos.
Tú y yo hemos nacido para odiarnos,
para buscarnos el más mínimo error en existencia,
para humillarnos mentalmente,porque jamás hemos hablado.
Y hemos nacido, de entre millones, para enseñarnos
que simplemente hemos vivido para amarnos.
Y también hemos nacido para odiarnos,
para estar lejos,
para pensarnos como entes sin escala ni tipo,
jamás soñar juntos, amar a otro, ser feliz
y aún así para mirarnos.
Y las canciones, los poemas, las estrellas
adquirirán un matiz distinto si es que un día nos cruzamos,
porque no lo sabremos, no lo distinguiremos,pero ahí es 
dónde estaremos..

lunes, 4 de marzo de 2013

Hoy quiero que sepas.

Quiero morir y nacer
en tus brazos de sol
en tu amanecer y la brisa del mar.

Hoy quiero que sepas
que mi frase favorita, y cito:
es "te amo"
y es mi rezo mañanero y mis palabras nocturnas
Es una receta diaria que quiero preparar en tus manos,
en tu pecho, recitarla en tus labios
"te amo, te amo, te amo"
dicha con la entonación correcta,
darte la sensación, el amor, olvida todo
y quiero sembrar en tus ojos el pleno sabor
de un "te amo" no necesitado,
un pedazo de luna entre los pechos
leche pura de Diosa para un Dios
que te alimente a la locura.

Hoy quiero que sepas
que mi frase favorita y cito es
"te amo"..